Abbas Kiarostami, JULIETTE BINOCHE, COPIA CERTIFICADA

Hace unos días vi en el cine una película fascinante.
Fuimos a "Avenida 5 cines" en Sevilla donde la elección suele ser acertada y elegimos la peli de Kiarostami, Copie Conforme. 
Al final de la película me quedé durante unos minutos con una duda: "¿Se va o se queda el personaje?". Así que cuando salí de la sala empecé a preguntarle a la gente. Un señor me dijo convencido que se iba, claro, yo le dije que no lo tenía tanto y se sorprendió; unos simpáticos chicos me respondieron al unísono que se quedaba, por supuesto, y mencionaron un símbolo final con que lo argumentaban (las campanas de la iglesia que tocaban a matrimonio).
Durante los 106 minutos que dura la película, se suceden escenas donde la atención del público es captada por secretos, susurros, palabras que no se llegan a oír y que están en un primer plano de privilegio por encima de lo que parece mostrarnos  el primer plano más evidente. El director juega magistralmente con la atención, lo secundario y lo principal y aúna lo real y lo teatral, dentro de la catarsis de unos personajes que vuelven a vivir con otra persona lo que ya habían vivido, probablemente, tiempo atrás en otras relaciones. Poco a poco van dejando sus máscaras a un lado y se desnudan, se muestran. Y nos sorprenden con giros divertidísimos. La escena en que están en la cafetería y él sale a hablar por teléfono mientras ella se queda hablando con la dueña sobre lo humano y lo divino es para desternillarse.

En media mañana y una tarde, la secuencia vital de los protagonistas retorna y se redime en la Toscana. O eso pienso yo. 
 Los rostros silenciosos, lo que no ves y sabes, los matices del transcurrir de los sentimientos mediante primerísimos planos que nos llevan al interior de los personajes, son deliciosos.  
Lo mejor de todo: en cuanto la dejas aposentar, de repente, lo entiendes todo: toda la sutileza queda clara y entiendes si se fue o se quedó, por qué tenían esas reacciones tan extremas, qué pretendía comunicar el director... Pero eso, por supuesto, esa mi verdad no os la voy a delatar hasta que también me contéis la vuestra después de haber visto la película.
En fin, Kiarostami se mete a fondo en el alma humana, en el abanico de la sombra a la luz, en lo que a mí me ha parecido una instancia a entenderla , a entendernos, a comprendernos y amarnos en todas nuestras variantes.


Juliette Binoche recibió el Premio a la Mejor Actriz en Cannes 2010 por su interpretación.Sinopsis, reparto, premios, criticas