LOCOS SOÑADORES I: EL MUNDO SEGÚN FO.. y la necesidad de la locura

Dedicado a mis amigos y amigas del Grupo de Teatro "Masalaja"

Desde que tenía dieciséis años relleno libretas en las que anoto los fragmentos que más me gustan de los libros que leo, algunos porque me atrapa la forma, la sonoridad, una palabra, otros porque la idea me inquieta o me reafirma. 


Uno de esos libros fue El mundo según Fo donde se suceden anécdotas, pensamientos y secuencias de la vida del autor teatral Darío Fo en conversaciones que mantuvo con Giussepina Marvin.

Gran creativo, intenso y coherente, valiente y consecuente, vivo en la vida, Fo es todo un loco personaje y una persona fascinante cuyo mensaje se deja sentir tanto desde sus obras como desde su acto vital, su propio recorrido en la vida. 
Los fragmentos del libro que a mí más me gustan son:


Su vida y su vida con Franca...
"Tengo ochenta años pero he vivido por lo menos ciento cincuenta. Si además calculo los de Franca, acabamos sumando cerca de res siglos. Un arco de tiempo larguísimo contenido en sólo dos vidas, porque todos estos años han sido, sin exclusión, hermosos e intensos. Los meses duraban sesenta días, los días cuarenta y ocho horas... Sí, los dos juntos hemos vivido sin duda muchas vidas"


Cuando le entregan el Premio Nobel...
"Queridos académicos: menuda la habéis liado. Hace años premiasteis a un negro, después a un judío, ahora a un juglar...¿Dónde iremos a parar?"


El mundo según Fo... y la necesidad de la locura


"En una sociedad donde reina la eficiencia, donde nadie puede nunca "fallar", donde la enfermedad y la muerte son algo que ocultar como una vergüenza, el artificio químico, de los fármacos a las drogas, se ha convertido por un lado en el negocio del siglo, y por otro en el cómodo atajo para enmascarar lo que a menudo es una desazón privada y social. Si a Rossini le hubiesen dado Prozac, quien sabe cuánta maravillosa música menos tendríamos..."


"Lo que convierte a un pintor o a un escultor en artista es saber captar la realidad de una forma diferente de los demás,  reinterpretándola sin convenciones y anticipándose a los tiempos. (...) La paradoja trágica es lograr hacer creíble lo absurdo"


"Si la humanidad no tuviera ese buen porcentaje de locos que la habitan, habría desaparecido hace tiempo. Sin duda era un loco alguien como Cristo, que desbarata su tiempo con palabras nuevas y se hace matar por su fe. Pero es un loco también el pobre diablo que toda la vida persigue un desafío. Locos han estado, están y estarán los artistas, los inventores, los exploradores de tierras y de ideas, los que tienen la osadía de cambiar las reglas, de poner patas arriba el orden establecido, el sentido común, las lógicas aristotélicas y todo lo demás. (...) Los que no se rebelan nunca porque no vale la pena o no conviene, que nunca sueñan porque sería una pérdida de tiempo, siempre demasiado ocupados en cosas "serias", hacer carrera, ganar dinero, seguros de que la felicidad está en acumular cargos, honores, poder. Glorias modestas de gente modesta, que en un abrir y cerrar de ojos nadie recordará.  Locos tristes, incapaces de captar el sentido de esta locura grande y breve que es la vida. Una maravillosa ocasión fugaz , que asir al vuelo, arrojándose en ella con alegre libertad"


Y en este mundo donde se ama a los locos en los libros pero resultan tenebrosos en la realidad, en este mundo en que salirse del sistema fuera de los márgenes de locura que nos permite el mismo sistema es una osadía, en este mundo donde se hace propaganda de un poco de locura de la enlatada, de locura de la prevista, de la que entra dentro de lo tolerable, porque esa molesta poco y ayuda a sobrevivir... Todo mi respeto a los verdaderos locos de la Tierra, y a los del aire, a los del fuego, y a los chiflados vagabundos, a aquellos pocos que, en ejercicio de libre albedrío,  han decidido prescindir de esta libertad con lindes publicitarias nuestra,  para a cambio de quedarse sin nada asirse a la vida. 
¿Son una máscara más en el teatro de la vida o ellos sí se la habrán quitado definitivamente? 
¿Puede ser que así sea o será que yo también desvarío?